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Mi encuentro con Ana Frank fue a través de una pequeña historia que leí sobre ella en un libro. No recuerdo exactamente en cuál. Lo que sí sé es que me impactó que haya estado encerrada desde los 13 años hasta los 16 como víctima de la persecución nazi. Pero más que eso ese sentido de optimismo ante la vida que hizo que solo hasta el final viera difícil su situación y su luz se apagara en las páginas de su famoso diario: "El Diario de Ana Frank". A partir de ahí he sido su devota, seguidora. He leído su diario, visto películas, documentales y he buscado que mis estudiantes la conozcan y sepan que se puede tener un criterio de la vida y la circunstancias. Tenía 13 años, vivió 16, de los cuales tres estuvo en el encierro, y nunca hubo una queja o algún sentimiento de odio. A veces pienso que este encierro por la Covid 19 es un castigo injusto y luego recuerdo a Ana quien no veía ni un rayito de luz, encerrada en una pequeña habitación y con un diario, Kitty, como único vehícul